¡Cuidado! No todas las chaquetas se lavan igual

Lavar chaquetas y abrigos es una tarea más complicada de lo que parece. Por eso, como especialistas en limpieza de peletería, recomendamos acudir a profesionales en caso de no tener muy claro cómo limpiar una chaqueta o abrigo correctamente.

Si quieres lavar la chaqueta en casa, lo más importante es fijarse en la etiqueta, ya que, en muchos casos, puede requerir de un lavado especial, ya sea a mano, en seco, o con especificaciones muy concretas en caso de utilizar la lavadora. Esto suele depender del material, por lo que es conveniente seguir todas las indicaciones a rajatabla para no estropear la prenda que se va a limpiar.

En el caso de chaquetas o abrigos de plumas, por ejemplo, pueden lavarse en lavadora a una temperatura no más alta de los 30ºC, utilizando un detergente especial para ropas delicadas. Además, se recomienda meter una pelota de tenis para evitar que las plumas se apelmacen.

Las chaquetas de piel, por su parte, requieren de una serie de cuidados especiales para que no empiecen a pelar, algo muy habitual cuando no se limpian correctamente. Por eso, para limpiarla lo habitual es utilizar un paño húmedo que pueda eliminar alguna mancha, o tratarla con un limpiador especial para cuero en casos de manchas más profundas y complicadas. Sin embargo, la mejor opción para una limpieza profunda y que la deje como nueva, es llevarla a profesionales de la limpieza que sepan cómo tratar este tipo de materiales.

Las chaquetas de tipo Barbour o los abrigos de esquí son otras de las que requieren cuidados especiales. En el lavado de este tipo de materiales somos expertos en Goldrys, de modo que hacemos una limpieza a mano, así como el encerado o engrasado de las chaquetas Barbour o similares, y contamos con los materiales adecuados y los mejores profesionales para ofrecer el trato especializado que requieren estas prendas tan delicadas.

Un buen abrigo o chaqueta suele requerir una alta inversión, y, con una limpieza correcta puede durar muchos años. Por eso, poner atención a las instrucciones de limpieza y llevarlo a un sitio especializado puede ser la clave para un perfecto mantenimiento.